miércoles, 13 de diciembre de 2017

POR UNA POLÍTICA MODERNA PARA EL CAUCA

Derrotar el “paraguas judicial” que monopoliza la política regional…

POR UNA POLÍTICA MODERNA PARA EL CAUCA

Popayán, 13 de diciembre de 2017

Temístocles Ortega con todo el poder de la Gobernación viene –desde hace varios años–cooptando y comprando líderes sociales y políticos de todas las regiones del departamento del Cauca. Hasta los sectores “alternativos” estaban amarrados al proyecto político del ex-gobernador, e incluso, un directivo nacional de un partido nuevo tenía a su esposa nombrada en un alto cargo departamental, dejando mucho que pensar. También, varios jóvenes de gran proyección política, por simple necesidad, tienen que someterse a los chantajes laborales y al control de un gobierno corrupto.

El actual gobernador Campo fungía hasta hace unos 8 años como progresista y “alternativo” pero hoy es un simple mandadero de su antecesor. Ortega tiene en todo el departamento a muchos líderes "sociales" comprados o financiados para disputar hasta las curules especiales de "paz", al igual que lo hace Roy Barreras, otros políticos de Nariño y el Valle, y políticos tradicionales del Cauca del partido de la U y liberales.  El contubernio es general y los límites son permeables con base en el dinero, la burocracia y los contratos.

Ortega es candidato al Senado por la lista de Cambio Radical y pretende ser el principal elector de Vargas Lleras en la región. Su excusa es que el partido liberal no le dio el aval, pero todos sabemos que se cobijó con la misma ruana del Fiscal para esquivar la mano de la justicia, como han hecho numerosos funcionarios de la ciudad de Popayán, el Cauca y Colombia. Tiene el apoyo de casi toda la lista liberal (http://bit.ly/2z9vBIi), Bonilla del Norte, Crisanto Pizo del centro, y Gema López del sur. Llegó a acuerdos con Jhon Jairo Cárdenas de la U, quien se peleó con Roy Barreras y trata de seguir comprando respaldos de sectores sociales y alternativos.

Los abanderados de la “paz” se pasaron como por encanto a las toldas de un enemigo acérrimo del fin negociado del conflicto, ante la evidencia de que la lucha contra la corrupción se fortalece en todo el país y ellos se ven obligados a mostrar su verdadera naturaleza corrupta. No saben hacer política sin “mermelada” y observan con preocupación que nuevos actores políticos les pueden quitar la Presidencia de la República. El grueso de los políticos caucanos está mostrando su oculto rostro.

En la región, la Gobernación como institución ha tenido la posibilidad de participar en las negociaciones de diversas movilizaciones sociales y utiliza esos espacios para corromper dirigentes. Tiene funcionarios en toda clase de programas como el anterior secretario privado de Ortega que maneja el programa de sustitución de cultivos, y hasta sectores cercanos a la insurgencia hacen cola detrás de los proyectos del post-conflicto.  Es tremenda la corrupción y la degradación de algunas organizaciones sociales.

Velasco, Oscar Ospina, los Verdes y el Polo, son los únicos que no están en esa alianza corrupta. Algunos candidatos de la U y otros candidatos que no tienen mucha fuerza electoral, no han sido atraídos a la “coalición titísta”, dado que la mermelada no alcanza para todos. En la Costa Pacífica, una gran parte de líderes negros están totalmente cooptados por los contratistas que Santos le entregó a su candidato Vargas Lleras. 

En el Norte del Cauca, Ortega tiene a Bonilla (liberal), a Cárdenas (La U) y cuenta con apoyos de importantes dirigentes negros que influyen en los Consejos Comunitarios, algunos ex-alcaldes con investigaciones por malos manejos municipales, otros con líos judiciales de diversa naturaleza, el control casi total de las alcaldías actuales, y con el manejo y la presión sobre muchas ellas de la Fiscalía y los órganos de control, consiguen amedrantar, comprar y sobornar a “líderes” que tienen un bajo nivel de autoestima.

No obstante, toda esta circunstancia no debe atemorizar a las fuerzas anti-corrupción que se vienen construyendo en todo el país. Esas fuerzas políticas que se han propuesto rectificar y darle continuidad al fin negociado del conflicto armado, tiene todas las posibilidades de crecer en el Cauca. Con una inteligente campaña de medios y redes, buscando a la gente en sus localidades y zonas, se puede hacer un buen trabajo político-electoral que rompa con la tradición clientelar que ha sido la constante en la región.

Que toda esa patota corrupta se haya juntado y amparado bajo el paraguas judicial de Cambio Radical, Vargas Lleras y del Fiscal Martínez Neira, es un buen síntoma de la debilidad en que están todos los políticos tradicionales del Cauca. Una oleada de indignación debe surgir desde las entrañas de un pueblo rebelde e inconforme.

En este departamento del Cauca existe ya una importante población citadina y rural que está a la espera de una política moderna, no clientelista ni promesera. Hoy tenemos un gran voto de opinión que se ha expresado en anteriores campañas electorales pero que los partidos y movimientos alternativos no han logrado organizar y canalizar con creatividad y eficiencia democrática.

Ha llegado la hora de mostrar nuevas formas de hacer política en el Cauca. ¡No podemos quedarnos cruzados de brazos!


E-mail: ferdorado@gmail.com / Twitter: @ferdorado

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